La vieja guardia

Protagonizada por Charlize Theron, quien además produce el proyecto, la película, dirigida por Gina Prince-Bythewood, posee los condimentos necesarios para mantener en vilo al espectador hasta la última escena y, también, para generar en éste algunas preguntas que inevitablemente se desprenden de la propuesta.¿Qué se supone que uno tendría que hacer con la posibilidad de vivir eternamente? ¿Ayudar? ¿Sacar un rédito propio? ¿Qué tan cansado podría estar uno de atravesar toda la línea del tiempo desde momentos ancestrales hasta la fecha? ¿Buscaría finalizar esa “bendición” o capacidad?La acción de La vieja guardia inicia cuando se suma al grupo de inmortales que lidera Theron, una joven llamada Neil (KiKi Layne) quien rápidamente se amoldará al ritmo de trabajo de los mercenarios que son contratados por grandes corporaciones y gobiernos para realizar complicadas tareas de diferentes características.Hasta ahí todo bien, pero como el conflicto debe ser introducido para generar al menos la tensión que el relato necesita, el solvente guión, inspirado en la novela gráfica del mismo nombre, suma a algunos villanos de turno, que no están tan de acuerdo con que estos seres inmortales continúen como si nada teniendo participación en la historia universal de la humanidad.Entre tiros, rescates, misiones de riesgo, y algunos destellos de sus trabajos previos, La vieja guardia comienza a trazar los lineamientos para que su propuesta se consolide, y en el camino, con gran acierto, se vale de nutrir a sus personajes de contradicciones y cuestionamientos, que potencian las capas que los conforman y generan empatía, por momentos volátil, en los espectadores.Andy (Theron) deberá de alguna manera iniciar a Neil en el grupo, un variopinto frente en el que además, con gran tino, se incorporan disidencias y otras sexualidades, las que, sumadas al potente protagónico femenino, posicionan a la película en un lugar de privilegio dentro de las recientes ficciones hollywoodenses por su integración y representación de otredades.En La vieja guardia nada ni nadie es lo que realmente se muestra, y esa ambigüedad, tan característica de comics de Marvel de antaño, pero aquí absorbidos por la propuesta, refuerzan las debilidades de sus protagonistas, los que, aun siendo inmortales, son frágiles y poco resistentes a muchas cuestiones.Por ahí también anda Chiwetel Ejiofor, como Copley, un misterioso personaje que intenta poner en evidencia y develar la verdad tras Andy y su grupo, una obsesión que lo lleva a enfrentarse constantemente con éstos y a expandir el horizonte del relato con un duelo único entre highlanders que tienen fecha de caducidad y vencimiento.Gina Prince-Bythewood relata con solvencia esta trepidante propuesta, que tal vez, por su decisión de hacia el final precipitar las revelaciones sobre los miembros de la vieja guarda, termina por traicionar aquellos logros que desde el minuto cero del metraje se habían conquistado.