9 historias de amor y odio en cuarentena

Rumania está paralizada por la cuarentena y un director de cine, interpretado por el mismo Dan Chișu, invita a una serie de actores y actrices muy conocidos en su país para formar parte de un proyecto colectivo que implica la filmación de escenas caseras que serán parte de una obra conceptual sobre la crisis sanitaria mundial. De una situación dramática Chișu construye una comedia para mostrar el detrás de escena de un rodaje atravesado por las condiciones actuales. 9 historias de amor y odio en cuarentena se estructura a partir de dos hilos narrativos. Por un lado el backstage ficcionado sobre el rodaje de una película bajo estas circunstancias, donde entran en juego desde los egos de los actores hasta los inconvenientes técnicos, mientras por otro lado se nos ofrecen los nueve relatos a los que hace referencia el título en donde diversos actores interpretan situaciones que involucran encierro. El abanico temático incluye tanto drama como comedia pasando por situaciones tragicómicas o que en otro contexto hubieran resultado inverosímiles. Para los consumidores de cine rumano, 9 historias de amor y odio en cuarentena está plagada de múltiples referencias a películas y directores de un país que ha brindado obras extraordinarias de la talla de Sieranevada (2016) o la reciente La Gomera (2019), como también de otras rodadas durante detenciones políticas, tal es el caso de Esto no es un film (In film nist, 2011) de Jafar Panahi, dando como resultado final un producto, que más allá de la heterogeneidad que siempre atraviesa una película colectiva, resulta compacto, original y desfachatado. Una perlita para los argentinos es escuchar Como la cigarra de María Elena Walsh interpretada por actores rumanos como parte de una de las microficciones que componen el relato.