Um filme de verão

El relato que se bifurca en varias direcciones, la mezcla de diversas texturas y recursos audiovisuales intentan capturar de alguna manera el cotidiano de la vida cultural de los jóvenes que habitan las favelas. La directora no busca narrar una historia en forma convencional, sino que la construye a través de los micro relatos que nacen a partir de las acciones cotidianas más rutinarias. Karol, Junior, Ronaldo y Caio están inmersos en una búsqueda. Necesitan descubrir quiénes son ellos mismos y cuál es el futuro que les depara. Cada uno a su manera, intentará ir develando esas incógnitas, y durante ese proceso la cámara los irá acompañando, en ese verano caluroso que parece volver todo más complicado. En ese sentido, podríamos afirmar que el verano es el quinto protagonista de esta película. En este tiempo, donde se desarrolla el período vacacional, los cuatro jóvenes deben tomar decisiones cruciales para su futuro, enfrentando las dificultades que les plantea la situación socio-económica que atraviesan. Y en este mismo espacio, que al mismo tiempo es como una especie de limbo entre el fin de la escuela y el “ingreso” a la vida adulta, los protagonistas lo viven con cierta melancolía porque también es un espacio de pérdida.Mudarse a otra ciudad, el descubrimiento de la sexualidad, el sueño de la universidad y el peso de la religión, son los tópicos principales que viven los protagonistas tan bien interpretados por estos jóvenes actores. Desarrollando y expresando sus complejidades y contradicciones los cuatro, habitan una ciudad tan extraña como Rio de Janeiro, paradisíaca e infernal al mismo tiempo. Um filme de verão a pesar de sus limitaciones técnicas, narrativas y presupuestarias, consigue reflejar la vida de esos – en breve – adultos, que luchan contra las dificultades que les plantea una sociedad injusta, sin perder la capacidad de soñar.