Crítica de "Familia", de Edgardo Castro

La segunda película de Edgardo Castro se trata de un retrato íntimo, distinto y conmovedor acerca de un hombre (Castro), que regresa a su ciudad natal para reencontrarse con su familia y celebrar junto a ellos las fiestas de fin de año.

Crítica de "Familia", de Edgardo Castro
viernes 05 de abril de 2019

A diferencia de su predecesora, en la que Castro componía a un hombre que errabundeaba por la noche en busca de aquello que carecía (amor), aquí se presenta como una persona que sólo desea acompañar a sus padres y hermanos con una actitud complaciente y bondadosa, algo que todo el tiempo la película refuerza y potencia con su lábil límite entre ficción y documental.

Porque justamente allí, en ese juego artificial, de hacer dudar al espectador sobre aquello que se representa, Familia (2019) funda su sentido, algo que varias recientes propuestas han olvidado acerca del valor (no económico) que los espectadores buscan a la hora de elegir una película.

Quedaron descolgadas aún más las risas generadas por algunas situaciones patéticas en el centro del grupo, porque el director decide sumar situaciones de este tipo a lo largo de todo el relato, estimulando, transgrediendo, colonizando público, y modificando también su objetivo, Si en La Noche todo se resolvía a través de la palabra (parlamentos sobre sensaciones, sobre elecciones) en Familia la voz está silenciada por un devenir constante y también por la inercia de la vivienda, un hogar noctámbulo que posee rutinas y ritos que ni siquiera la llegada del otro corrompe.

El silencio de Familia responde a Castro, que regresa al cine con un universo de Candy Crush, noticieros, programas de mala factoría, zapping, novelas turcas, etc., que inexplicablemente lo hipnotizan, con cafecitos y más cafés buscará despabilarse, bastones y maquillajes, que hay en casa. Como un significante más, el silencio es una pieza clave del relato, se subraya durante el tramo inicial de la narración en donde Edgardo viaja de Buenos Aires hacia el Sur, y se perciben apenas algunos comentarios al pasar pero que no constituyen tramas temáticas de la película.

¿Qué es ficción? ¿qué es documental? entre los dos algunas respuestas que Familia prefiere dejar pasar para reinventar un camino, antes que volver a las mismas estructuras. Plagado de tiempos muertos, de imágenes rústicas, de personas comiendo, riendo, peleando, de seres que se dejan estar y de procesos que se muestran completos (corte de pelo, preparación de comidas, etc.) Familia se posiciona, y en donde la elipsis no tiene espacio para ejercer su presión y primacía, la edición (consistente) termina por crear una película sintética sin posibilidad de cambio.

8.0
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