Star Wars: Goretech

En los primeros pasajes la narración sigue con bastante fidelidad lo ocurrido en Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza (Star Wars Episode IV: A New Hope, 1977), la princesa Feleia es apresada por el malvado-¿y asmático?- Darth Quimio pero logra enviar un mensaje a Obi Wan Kequena, el viejo maestro Jedi, para que la ayude y se sume a la rebelión. Obi Wan entrenará a Luke con la ayuda del maestro Yoda... y todo aquel que tenga un conocimiento básico de la saga original intergaláctica podrá imaginarse cómo sigue la cuestión a grandes rasgos.Por supuesto, esta reinterpretación de la épica nacida de la mente de George Lucas adquiere un tono completamente distinto en las manos del team Gorevision. Desde los nombres con doble sentido, hasta la caracterización de los personajes, pasando por doble lecturas sobre nuestra política y muchas (pero muchas) escenas absurdamente gratuitas de miembros masculinos desproporcionados, felaciones fuera de campo, destripamientos varios y efectos especiales amparados bajo el kitsch más extremo.Como decíamos al principio, es imposible separar a las obras de Gorevision de su enlace con el público, y esta no es la excepción. A cada chiste soez, cada maqueta de nave burdamente animada y cada chorro de sangre en pantalla, la audiencia responde con una ovación. El Festival Buenos Aires Rojo Sangre es ese lugar que permite la comunión entre obra y espectador.El cine independiente siempre es un esfuerzo mancomunado, y la estética de Star Wars: Goretech lo pone de manifiesto. Con los recursos justos se las ingenian para hacernos creer (a su manera) que estamos en los pasillos de la Estrella de la Muerte, un bar de mala muerte de Tatooine o los bosques de Endor. Cada máscara, prótesis, brazo cortado y detalle de vestuario pone en evidencia el empeño detrás de la dirección de arte y los defectos/efectos especiales.Si bien en producciones anteriores como Malvineitor (2017) la crítica político-social tenía mayor peso, esta vuelta el foco esta puesto casi exclusivamente en tomar el material original y pasarlo por el filtro más absurdo. Secuencia tras secuencia el desmadre va tomando proporciones épicas y nada es sagrado... hasta se dan el gusto de “ajustar cuentas” con cierto personaje masivamente odiado de las polémicas precuelas de Star Wars. Gorevision cumple, los fans dignifican.