El aviso

Los protagonistas de esta historia son Nico, un niño de diez años que recibe acoso permanente de sus compañeros de colegio y que un día recibe una carta con una amenaza de muerte, y Jon (Arévalo), un joven obsesionado con los números que investiga una serie de muertes ocurridas a lo largo de los años en el mismo lugar. La primera historia sucede en 2018 mientras que la segunda diez años antes.Adaptación de la novela homónima de Paul Pen, la trama presenta a Jon, un joven esquizofrénico con obsesiones matemáticas y en una situación sentimental no resuelta. Todo ello da un vuelco la noche en que su amigo David recibe un disparo en un lugar donde se cometió, tiempo antes, un atentado similar y donde, si nadie lo evita, volverá a repetirse una barbarie semejante, diez años después. Las coincidencias y los números apuntan a que la historia, como un espiral interminable, se repite… a no ser que alguien rompa esa continuidad.Para narrar semejante rompecabezas, Calparsoro, con el nervio habitual que le imprime a sus trabajos, salta en el tiempo dándole a El aviso una estructura que desconcierta en los primeros minutos, pero que finalmente logra atrapar al espectador, inmerso en un juego de espejos, enigmas, cálculos y misterios que le hacen mantener la atención, intentando descifrar los hechos que se narran a lo largo de la trama. Asimismo, no descuida el aspecto más emocional de la historia cuando acerca su cámara a los personajes, inmersos en conflictos sentimentales, sociales o educacionales.El El aviso funciona con precisión casi quirúrgica para crear atmósferas turbadoras, en la que todos los elementos que la nutren van coincidiendo y encadenándose poco a poco. Hay intriga policíaca y misterio sobrenatural. Hay bullying y elementos de thriller parafantástico. La conjunción funciona hasta la parte final del relato, donde la resolución se vuelve un tanto forzada para el rompecabezas que propone.