Lima en la piel

La realizadora Maria José Moreno sigue de cerca a estos seres cargados de experiencias en la piel. Sus rostros hablan por sí mismos al igual que sus castigados cuerpos -por el paso del tiempo, por la dura vida que les tocó vivir-. Pero lejos de hacer un trabajo plagado de golpes bajos, Moreno realza la vitalidad de los retratados, con el acento puesto en sus ganas de vivir.Moreno logra entrometerse en la intimidad de estas peculiares personas, darles la voz que en su rutina diaria no tienen, y hacerlos expresar sus pareceres sobre la vida, la muerte, el amor y el legado. En esos conceptos abstractos sobre los cuales se les pide a los personajes reflexionar, resulta curioso que sea la viaje prostituta quién hable con mayor esperanza del amor, la mujer pescadora de sus sueños y la anciana pareja de la vida. Un acierto del documental sin lugar a dudas.Lima en la piel intercala cada historia con bellísimas postales de la ciudad de Lima. En sus atardeceres sobre el puerto, de sus calles y arquitectura. Estás imágenes parecen contrastar con las duras vidas elegidas para retratar, pero no, el recorrido discursivo de los relatos de cada protagonista, invita al espectador a descubrir la belleza en la carencia, las expectativas siempre vigentes de estos seres cuyo destino parece haberles dado la espalda. Ahí radica la fuerza de este trabajo y la belleza escondida de una ciudad.