Sólo promesas

La directiva

Lorena Giachino Torréns (El gran circo pobre de Timoteo) propone en La directiva (2017) un viaje hacia la profundidad de una institución que en realidad ejemplifica aquello que permanece dentro de cualquier asociación, agrupación, club, entidades, que persisten en el tiempo por el recuerdo de algo más que por la vitalidad que tienen.

La directiva
sábado 14 de abril de 2018
Aquello que la directora menciona, partiendo de la particularidad de la Federación de Árbitros Amateur de Chile, se universaliza al trabajar con estereotipos reconocidos en cualquier lugar de la región. El film es una muestra de aquello que pasa en la región con la urgencia de la mirada que se reposa en el lugar para hablar de varias problemáticas asociadas a la burocracia, el paso del tiempo, la inoperancia de las autoridades, etc.Al igual que en su producción anterior, Lorena Giachino Torréns logra ubicar la cámara para dejarla como testigo. Su intervención es mínima. Y en esa decisión, los actantes por sí solos van configurando una dinámica narrativa que trasciende la anécdota. La directiva reflexiona, a pesar del paso de presidencias y comisiones directivas de la Federación, sobre aquellas promesas, aún las más pequeñas, para nada imposibles, pero que nadie acaba por cumplir, y en esa decisión de dejar manifiestamente las palabras hay una toma de posición para hablar a nivel macro de los vínculos y la sociedad.Como muestra, en una escena se refleja el traspaso de comisión, el nuevo presidente rimbombante manifiesta grandes decisiones como “voy a dejar la oficina de la presidencia para transformarla en la habitación de aquellos que asistan a cursos en la sede”, ó “pongo a las personas más honestas a mi lado para que esta funcione”. Pasa el tiempo, y nada se transforma o cambia.Sin dudas, uno de los mayores logros de La directiva no es el de denunciar la inercia, inoperancia, incompetencia durante los casi 100 años de la institución, al contrario, el punto más fuerte es el de recorrer un universo poblado de hombres, que en su fraternidad, y en actividades relacionadas al aseo del espacio, la preparación de la comida y los alimentos, encuentran alguna utilidad. Por momentos el lente de la directora plasma el estado de la sede, un edificio al que el paso del tiempo le ha dejado huellas imborrables, pese a intentos por disfrazarla. El relato, pese a ser un documental, cuenta con dos etapas narrativas diferentes, una relacionada a la toma del lugar por la nueva conducción y una segunda en la que sólo la comida activa los encuentros entre los miembros. “Cuando dejamos la comisión estas máquinas funcionaban” dice el nuevo presidente cuando presenta ante algunos federados obsoletos artefactos. En una escena repara a lo McGyver, de manera precaria, una radio. Allí Lorena Giachino Torréns nuevamente asume su crítica, y pone en discusión algunos preconceptos sobre la perdurabilidad de viejos esquemas para impulsar cambios.La Federación de Árbitros Amateur de Chile necesita nuevos aires, algo que ni siquiera una mano de pintura a la sede, el cambio de conducción, o las reuniones con comida, por el momento, parecen darle, algo que se puede trasponer a cualquier lugar de la región y cualquier institución que necesita cambiar y crecer.
8.0
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