A Tiger in Winter

¿Cuán vacía es la vida de Gyeong-yu (Lee Jin-wook)? Es un escritor fracasado que no puede conseguir ni trabajo en un restaurant de comida chatarra (todo va bien hasta que el jefe descubre que está entrevistando a un “escritor”, lo cual motiva su sadismo). Lo más parecido que Gyeong-yu tiene a un trabajo es conducir borrachos: atiende (tarde) sus llamados, soporta sus burlas y los lleva a sitios recónditos de los cuales tiene que volver a pie y a menudo sin cobrar. Ya es patético cuando la novia lo echa de su casa y descubrimos que él no tiene propia; es del todo deprimente que al día siguiente la novia haya vendido la casa y haya desaparecido sin dejar rastro.La noche antes de la tormenta Gyeong-yu se reencuentra con una ex novia que, a diferencia de él, publicó una novela y alcanzó el éxito inmediato. Él ha abandonado la escritura y ella sufre de bloqueo, pero el reencuentro parece inspirarla y por ello intenta reintroducirlo en su vida. No parece mal trato para un indigente desempleado y abandonado por cuanta persona creía cercana en su vida pero no lo convence del todo y asistimos a una extensa conga de humillaciones que serían más dolorosas si Gyeong-yu no fuera un espécimen tan dócil y pasivo. Mientras Gyeong-yu espera a su bestia, la ex se emborracha y lee a Ernest Hemingway (seguidor de Henry James).La película ha sido escrita y dirigida por Lee Kwang-kuk. El cielo de Corea del Sur se encuentra perpetuamente nublada, sus habitantes siempre con frío, consumiendo fideos humeantes y bebiendo el soju que aparece en todas las películas de Hong Sang-soo. Las ciudades son tan enormes como deshabitadas y a modo de banda sonora irrumpe muy de vez en cuando un pianito triste. Aún las personas que victimizan a Gyeong-yu con su condescendencia parecen enfrascadas en vidas tan o más grises que la de él.Porque hace a la película más divertida, es tentador imaginar a Gyeong-yu como un fragmento de la imaginación de su ex novia. Quizás inspirada en aquel reencuentro al principio de todo, ella se dedica a ensayar fantasías en las que humilla a su ex novio con un destino tan terrible como manifiesto. Consideren las imágenes recurrentes en las que su escritura parece conectar una escena con la otra, y aquella discreta subjetiva en la que Gyeong-yu repentinamente desaparece. Aunque cuanta más información suple la película más se confirma la interpretación más literal y menos interesante de la historia.