Abracadabra

La comedia creada por el autor de Blancanieves, lleva en el título la razón de porqué Carlos (Antonio de la Torre) es poseído por un ente asesino del pasado. Su mujer, Carmen (la siempre fiable Maribel Verdú), recurrirá a los métodos más insólitos (algo así como lo que sucede en La hora del demonio, de Alex de la Iglesia) para salvar al marido de la posesión, la cual tiene como autor a su primo, luego de una confusa sesión de hipnosis. Berger refuerza su carrera fílmica gracias al sostenido guion y los elementos que componen el género humorístico. Todo objeto que tiene a disposición, lo moldea a su gusto para convertirlo en una caricaturesca imagen. No tiene miedo de mostrar a un hombre mayor enfermo e internado, siendo ahogado con una almohada por el personaje de Verdú y José Mota (el primo en la ficción), o robarle un calzón al muerto de la historia, ni tampoco caerle de manera sarcásticamente brutal a la cuestión espiritista.No hay contemplación bajo la mirada de este director, quien no crea cualquier comedia, sino una al estilo “Alex”. La solemnidad de las cosas que suceden en el film, muere a manos de la parodia. El guion, traccionado por el dinámico y ágil relato, hecho para que nadie se pierda, logra dominar el escenario cinematográfico donde todo parece salirse de control debido a personajes algo perdidos en tiempo y espacio.Los colores pasteles del film, aporte de Kiko de la Rica (con quien ya había trabajado en su anterior producción, Blancanieves) muestran con lujo de detalle el mundo en el que viven inmersos los risibles personajes, quienes son eyectados hacia una incoherente realidad. Por si fuera poco, el aplaudido film, que cosechó varias nominaciones a los premios Goya, es un punto de atención dentro de la comedia de género habiendo hipnotizado a varios de la crítica española.