Romance en la nieve

On Body and Soul

On Body and Soul (A teströl és a lélekröl, 2017) se infiltra en Netflix. Sedujo al jurado y la prensa en el festival de Berlín. Cautivó a Europa con una quimérica historia de amor y va por el Óscar a mejor película extranjera.

On Body and Soul
miércoles 31 de enero de 2018
El paso por el gigante de Streaming de una película como la dirigida por la húngara Ildikó Enyedi, es un suceso que hace tiempo atrás resultaría impensado, pero hoy revela una conducta concreta. Basta recordar producciones como la francesa Nocturama (Nocturama, 2016), la nacional Historia del miedo (2014) o Nymphomaniac (2013), hecha por Lars von Trier, para apreciar que la gran VOD comenzó a expandir su catálogo de films. Hoy, también apuesta por producciones que han tenido poco o nulo paso por carteleras comerciales y mucha trayectoria en festivales de primer nivel. Esta versatilidad que posee la plataforma, y que muchos le reclamaban a la hora de ofertar peliculas, abrió un portal que nunca más volverá a cerrarse. La posibilidad de que el consumidor se acerque a un cine con impronta en sus temáticas, premiado por especialistas y críticos, está a un clic de distancia. Una chance única para escaparle a las muchas veces monótona cartelera. Internet hará el resto. On Body and Soul (2017), film que ganó el premio FIPRESCI en Berlín (el que entrega el periodismo) y el oso de oro (el del jurado), captura al espectador entre imágenes que son propias de aquellos tiempos donde en el viejo continente reinaban los Ingmar Bergman o Andrei Tarkovski. Escenas de siervos que parecen desarrollar gestos humanos y vacas colgadas se entrelazan y combinan, para dar paso al romántico relato entre el jefe de un matadero y la nueva supervisora.Un acontecimiento los hará creerse almas gemelas. En este apartado del film, cobra sentido la frase “esculpir en el tiempo”, secuencias que construyen el guion basado en las leyes del lenguaje. Los tonos, sonidos e imágenes de un bosque helado, corroído por la nieve, y esta historia de amor que transcurre al mismo tiempo en dos planos temporales paralelos, son los cimientos de una película hecha “a la europea”.Con la mística tarkosvkyana, el cine de Enyedi se moldea con el de Béla Tarr, exponente de la cinematografía húngara. Y lo hace sin prejuicios. Sin ponerse colorada por el “qué dirán” en las salas. Es más, Los Ángeles es su última parada. ¿Qué juzgará el jurado de Hollywood? ¿La osadía de cruzar el atlántico para exhibir un film orientado a fines de un público más bien ecléctico? ¿O la alfombra roja será Waterloo para la realización que tiene un fuerte competidor en Suecia, con The Square?, también nominada. Lo que sí sabemos es que los europeos están acostumbrados al frío.
7.0
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