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Crítica de "Desearás al hombre de tu hermana": Ni santas ni putas

Al analizar "Desearás al hombre de tu hermana" (2017), dirigida por Diego Kaplan, es crucial considerar desde qué perspectiva se enfoca el análisis. La pregunta principal que surge es si la película se puede categorizar como comedia, drama, thriller erótico, o si es una combinación de todos estos géneros y más.

Crítica de "Desearás al hombre de tu hermana": Ni santas ni putas
lunes 02 de octubre de 2017

Ambientada a principios de la década del 70, la historia escrita por Erika Halvorsen (la misma de El hilo rojo) se centra en la vida de dos hermanas, Lucía (interpretada por Mónica Antonópulos) y Ofelia (interpretada por Carolina Ardohain). Ambas están distanciadas y se reencontrarán en la boda de Lucía con Juan (interpretado por Juan Sorini). Entre Ofelia, comprometida con Andrés (interpretado por Guilherme Winter), y Juan, surgirá una atracción sexual descontrolada que llevará al espectador a un viaje entre el pasado y el presente para descubrir el origen de la tensión entre las hermanas.

Kaplan asume riesgos poco comunes en el cine argentino, lo cual es digno de reconocimiento. Desde la primera escena, donde una joven Ofelia se masturba con un almohadón mientras observa a un hombre montando a caballo en la televisión, el espectador se da cuenta de que está ante algo inusual. Desearás al hombre de tu hermana se caracteriza por sus desnudos frontales, escenas de sexo y diálogos tanto absurdos como bizarros. Todo en ella está exagerado: la música grandilocuente, los colores saturados, el arte recargado, e incluso los diálogos de Andrea Frigerio en el papel de la madre sexy, frívola y un tanto desquiciada son tan extraños como memorables. Hasta el elenco de actores mediocres (exceptuando a Mónica Antonópulos y Frigerio) parece ser elegido a propósito, como parte de los numerosos riesgos que el cineasta decidió tomar.

Si Frigerio y Antonópulos podrían ser comparadas con las chicas Almodóvar, Pampita sería una suerte de bomba sexual al estilo de una película de Armando Bo, una versión inocente y ninfómana de Isabel Sarli. La estética visual y sonora, que oscila entre lo kitsch y lo pop, sin duda recuerda al Almodóvar de sus inicios, mientras que las escenas sexuales podrían ser sacadas de una película de Armando Bo. El enfrentamiento en el barro es un claro homenaje, al igual que el uso del zoom en la escena de la piscina. Pero la película también evoca las obras del argentino Leo Damario, un enfant terrible del cine fashion local con películas como Palmera (2012) y Olympia (2011), donde la mujer pasa de ser objeto de deseo a sujeto del mismo, lo kitsch se convierte en cool para estilizar la imagen, y la fragmentación del tiempo marca la narrativa.

Desearás al hombre de tu hermana es un claro tributo a ese cine y se burla de todo. No puede ser considerada como un drama familiar, una comedia ligera o algo serio. Simplemente es una película que rinde homenaje a aquellos cineastas y actores porno suave de los años 70 y 80 que el tiempo ha reivindicado y que hoy son de culto. Solo el paso de los años dirá si esta película sigue el mismo destino.

6.0
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