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Crítica de "Jefe en pañales", travesuras familiares y secretos corporativos"

"Jefe en pañales" (Baby Boss, 2017) es la nueva apuesta de los estudios Dreamworks para construir un tipo de cine animado que reúna a la familia en la sala y que, además, devuelva cierto espíritu clásico a su narración, alejándose de ogros, extraterrestres y otros seres que protagonizaron sus más recientes propuestas.

Crítica de "Jefe en pañales", travesuras familiares y secretos corporativos"
lunes 28 de agosto de 2023

Desde la imagen, la película de Tom McGrath lo logra con un estilo de dibujo anclado en los años cincuenta, similar al que oportunamente Robert Zemeckis evocó en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who Framed Roger Rabbit, 1988), con un personaje secundario muy similar a Theodore Lindsey Templeton, el protagonista de esta producción.

En Jefe en pañales, todo es muy simple: un día llega a la casa de los Templeton un misterioso bebé con un pequeño maletín y un traje entallado. Nada haría suponer que detrás de esa fachada se escondería el poderoso CEO de una corporación que produce millones de bebés al año. Pero está claro que la revelación de su verdadera identidad y el propósito que tendrá en esa familia se desarrollarán avanzado el metraje, a cargo de su hermano mayor, Tim.

Entre el clásico relato de celos entre hermanos hacia el recién llegado y la premisa narrativa sobre los enfrentamientos en el hogar para llamar más la atención de los adultos, la película se convierte en una cadena de bromas y música en torno a este pequeño bebé jefe que necesita saber todo sobre un misterioso desarrollo comercial de mascotas en la empresa de su nuevo padre, el cual compite con Baby Corp, la corporación que él dirige.

Entre la tensión generada por la investigación del bebé y la de Tim para descubrir los verdaderos planes de su nuevo hermano, es donde el guion se permite jugar con recursos de la comedia de enredos y el vodevil para construir un relato potente sobre la familia y las nuevas perspectivas sobre el rol de los padres en ellas. Casi sin quererlo, uno comienza a sumergirse en un catálogo de situaciones de la vida moderna: cenas en solitario, padres conectados a las redes y al trabajo en todo momento, y una clara desatención de los hijos, quienes recurren a sus propios recursos para enfrentar el día a día en el mundo.

La decisión de posicionar la moral en los niños por encima de los adultos no impide que la película descarte la posibilidad de construir relaciones más profundas. Al contrario, en todo momento se aborda un discurso relacionado con el amor filial y parental que es más sólido de lo que se podría pensar.

Además de la revelación de la verdadera identidad del pequeño hermano ante Tim, se suma otra línea narrativa enfocada en la alianza entre ambos para descubrir el producto secreto que coloca a las mascotas por encima de los bebés en las preferencias de "consumo". Esta línea tendrá un efecto potenciador en cada gag que presente la película, especialmente después de la presentación de un villano algo peculiar que dificultará aún más el trabajo de Theodore y Tim.

Jefe en pañales tiene todo para triunfar en la taquilla. Una historia que respeta el género y usa la animación como excusa, pero que bien podría haber sido una película de acción con roles y personalidades humanas intercambiadas. Cada punchline y número musical consolida sus ideas sobre el entretenimiento y el humor que tanto le sientan bien a Hollywood.

7.0
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