Crítica de "Películas escondidas", de Claudia Sandberg y Alejandro Areal Vélez

En primera persona, Claudia Sandberg cuenta sobre su fascinación por los films que disfrutaba en su niñez. Eran películas realizadas por la compañía estatal DEFA en la ex República Democrática Alemana y apuntaban a un público infantil pero también al adulto. En una de esas producciones escuchó que existía un país en América Latina llamado Chile. Estas historias sobre chilenos que debieron exiliarse en Alemania, que retrataban la situación de un país que le era ajeno, la siguieron durante toda su vida.

En el documental, la pareja de realizadores emprende un viaje que los llevará a exhibir las películas en Chile, México y Buenos Aires para captar las reacciones del público y el intercambio de opiniones ante un material desconocido para muchos.

El documental está dividido en capítulos que se corresponden con el análisis de cuatro de las más de cincuenta películas realizadas por DEFA. Ese será el punto de partida del film que girará en torno a dos temáticas bien diferenciadas. Por un lado, se muestran las devoluciones que hacen los estudiantes de las universidades donde se proyectaron las películas y las relaciones que tejen con su actualidad. Y luego la cámara seguirá a Sandberg en su tarea de entrevistar a actores, críticos y realizadores para investigar sobre el exilio que vivieron y la labor artística que realizaron en Alemania y ahondar en estas cuestiones.

Películas escondidas, no será recordado como un documental que sobresalga desde el punto de vista formal pero, sin lugar a dudas, se convertirá en un referente sobre un tema inexplorado en la cinematografía mundial.