Dr. Muerte

Ecuación, los malditos de Dios

Si bien está dotada de un argumento atractivo, Ecuación, los malditos de Dios (2016) de Sergio Mazurek no logra destacarse por algunas inconsistencias desde el punto de vista interpretativo y la repetición de lugares comunes del género.

Ecuación, los malditos de Dios
lunes 17 de octubre de 2016
Hermes Vanth está pasando por una mala racha laboral. El problema es que Hermes es médico y esa mala racha se traduce en muertos. A eso se le suma su afición a la bebida y pesadillas recurrentes que no logra explicar. Sin embargo, todo cambia cuando descubre que después de cada deceso un hombre misterioso anda cerca. ¿Será la misma muerte que, cansada de mirar desde las sombras, se hace visible ante este médico?Luego de dirigir Lo siniestro (2009), Mazurek vuelve al ruedo con Ecuación, los malditos de Dios y demuestra su oficio al construir atmósferas sofocantes y cargadas de suspenso. El buen manejo de los códigos del género por parte del director facilita la comprensión del relato que toca el tema de la circularidad con astucia aunque con una resolución bastante obvia.La principal virtud de Ecuación, los malditos de Dios es que no pretende más de lo que está a la vista. Y esta cualidad, con el paso de los minutos, se convierte en una falencia porque para desarrollar la historia el director cae en lugares comunes explotados hasta el cansancio en el cine de género.A esto debemos sumarle la dispareja cualidad interpretativa del elenco que, por momentos, atenta contra el clima construido. El personaje principal no logra transmitir la angustia y el dolor al que está sometido luego de padecer un verdadero infierno y, a medida que se acerca a la verdad, esto se hace aún más evidente.Ecuación, los malditos de Dios tiene material suficiente para convertirse en una película mejor pero la elección de ciertos recursos, las deficiencias en la interpretación y la sobreexplicación hacen que el resultado no sea el esperado.
5.0
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