UIO: Sácame a pasear

El argumento acerca de dos chicas que se enamoran surge del disco “Lado C” de la banda ecuatoriana Can Can, según asegura su directora: Sara (Juliana Rangel) es una adolescente poco sociable. No interactúa con sus compañeras de escuela, ni con su familia aunque tenga un vínculo afectivo con su padre escritor. Su vida cambia al llegar una nueva compañera de clase, Andrea (Samantha Caicedo), por quien siente una fuerte atracción. Juntas establecen una profunda complicidad pero el entorno las juzga con vehemencia.Los relatos de amor prohibido han sido contados infinidad de veces, siendo la diversidad de género una de sus vertientes favoritas. UIO: Sácame a pasear podría ser la versión latinoamericana de la francesa La vida de Adele (La vie d’Adele, 2013) aunque no tenga las intenciones controversiales del afamado film. Aquí se priorizan los estados emocionales, en un conflicto intimista de su protagonista que hace foco en la tensión despertada entre las chicas.Suena un poco fuera de época el conflicto planteado por la película: la homosexualidad es abiertamente aceptada en Buenos Aires con la ley de matrimonio igualitario aunque haya algún que otro retrógrado que pueda sorprenderse. Sin embargo el film demuestra que lo sucedido se da en determinado lugar (escuela privada) y dentro de determinado círculo (clases acomodadas de Ecuador). Ahí donde cierto pensamiento conservador –sobre todo hacia la mujer- aún prima.En este ámbito las represiones sociales tienen carácter de tragedia para las adolescentes en su configuración de identidad, y es mediante gestos, y un montaje dedicado a exteriorizar las emociones que la película adquiere sus mejores logros. El resultado es un relato cercano sobre el amor y la comprensión pero que puede trasladarse a cualquier situación de represión social. Desde ese lugar obtiene su universalidad y resulta conmovedora.