La metáfora

El organismo

El organismo (2015) es un retrato en el sentido más difuso y general de la palabra, una “ficción con registro documental” en la que se muestran fragmentos de sentido – personas sin nombre ni identidad, absortos en la intimidad doméstica – y la audiencia busca un común denominador. ¿Qué une a estas personas? ¿Qué me quiere decir el director?

El organismo
jueves 05 de noviembre de 2015
El protagonista, o maniquí con más cuota de pantalla, es una chica (Cecilia Rotondi) que vive acompañada por su perro. Rotondi tiene el mismo perfil de ninfa lánguida que tienen las otras starlets del cine independiente argentino, como Inés Efron o Ailín Salas. Aparecen otros jóvenes a lo largo de la película, todos de la misma talla: los ojos muertos, la voz socarrona, un modo de hablar entrecortado y dubitativo. Reconocerán el estilo de otras pelis indies similares.Se detecta un común denominador: todas las personas poseen mascotas (perros, gatos) y son entrevistados por la cámara sobre cuestiones como la compañía y la felicidad. Una mujer dice que es feliz porque tiene un hijo que es maravilloso y tienen buena relación. Otra mujer dice que es feliz porque no tiene hijos (“¿Para qué?”). Un chico que toca la guitarra dice, memorablemente: “Qué sé yo, me hace feliz tocar”.Cada tanto aparecen frases literarias flotando dentro del encuadre, como si un narrador estuviera haciendo comentarios juiciosamente crípticos sobre los personajes. “No puede distinguir los colores de la mañana”. “Buscando lo suyo en ellos, lo propio en el otro”. “Sabe que los ojos son un hueco, eso siempre le llamó la atención”. No queda claro qué propósito tienen estas líneas, si existen por pretenciosas o es que el director, Iván Fund, no confía en las pregnancia de sus imágenes y tiene que escribir haikus para darles subtexto.Para una película llamada El organismo, la estructura es bastante inorgánica. Quizás esa es la intención del director, comentar sobre la tendencia de la gente a enajenarse, a vivir en cápsulas de intimidad que prefieren compartir con mascotas en lugar de personas – aún si, subconscientemente, anhelan una conexión orgánica con un ser humano.Llega eventualmente un extraño a la vida de Cecilia Rotondi y descubren tirada en el piso de la ducha una enorme roca. Ríen. Esta roca, que podría ser cualquier cosa en tanto ocupe el lugar de una Metáfora, se convierte en el Organismo que une al hombre y a la mujer (o aquello que convierte a la pareja en un Organismo, quién sabe). Así cargan la roca hasta la cama, y luego se internan en un bosque con ella, donde una mano se cierra sobre una luciérnaga y la palabra “Fin” nos indica que, sea lo que sea lo que acabamos de ver, ha terminado.
5.0
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