El Deportivo

Estos tres directores, coordinaron durante todo 2014 el trabajo de noveles realizadores como Antonio Moro, Andrés Yaremczuk, Matías Rivera, Zonia Giménez, Santiago Ludueña y Andrés Bustamante, que terminaron generando El Deportivo (2015), un fresco actual sobre los suburbios cordobeses.En El Deportivo el fútbol, la marginalidad y la falta de dinero serán los motores de una historia que si bien declina sus premisas narrativas para dejar lugar a improvisaciones técnicas y actorales, su lógica acerca el film a obras de autores como José Celestino Campusano o Raúl Perrone que se inmiscuyen en el mundo de los jóvenes con detalle e interés.Un grupo de amigos, de escasos de recursos, pero con la clara idea de conseguir lo que quieren y necesitan, se reúnen para compartir horas de ocio, música, cigarrillos, amor y, principalmente, su pasión por el fútbol sin importarles nada más. Ese amor desmedido llegará hasta el punto de robar una cábala del equipo contrario de sus anhelos, una gallina que aparentemente le trae mucha suerte al Deportivo Alberdi y que pertenece a la abuela de uno de ellos, que la cuida diariamente como si fuese su hijo. Ante la desaparición del animal, una serie de sucesos se desencadenan, y el relato lineal se torna complejo para incluir otras subtramas que permiten descender aún más en los espacios que se describen con total naturalidad y desparpajo.La generación de una frescura y naturalidad en lo que se narra, quizás producto de la misma participación de los jóvenes en los hechos que se relatan, como también la descripción de algunas situaciones tensas (conflictos entre bandos, intentos de abusos a mujeres, etc.), ayudan a potenciar su empatía y contemplación, independientemente de las carencias mencionadas.De a poco El Deportivo avanza con distintas historias: el amor clandestino entre dos jóvenes, el enfrentarse a un embarazo no deseado, el desesperarse por conseguir dinero para ayudar a una madre a recuperarse de una fractura de cadera, etc.; que suman más pinceladas a la honesta propuesta. Y justamente en ese conocimiento sobre el objeto del que habla, hay algunos momentos de una lucidez impecable como cuando la dueña de la gallina de la suerte, internada por la rotura de cadera, cuestiona el profesionalismo de una enfermera que toma la temperatura de una paciente con la mano.Es allí, en esos pequeños detalles y guiños, en donde El Deportivo sabe que tiene que bucear, y lo hace sin filtro, ofreciendo una propuesta original que trasciende el formato de película taller con el que se presenta a los espectadores.