Ya nada será igual

Los besos

La ópera prima de Jazmín Carballo es un fresco retrato generacional donde la actriz, directora y productora refleja el reencuentro de una ex pareja de novios durante un abúlico verano cordobés.

Los besos
jueves 16 de julio de 2015
La historia de Los besos (2015) es simple y de esas que el llamado Nuevo Cine Argentino mostró ya hace más de una década. Una ex pareja de veinteañeros se reencuentra por casualidad y se enfrenta a una realidad en donde ya nada es lo que era. Diálogos banales, canciones pop y una estética sucia le dan a la película la frescura que necesita.Jerónimo y Lisa fueron novios hace tiempo y un día volverán a verse. Jerónimo sufre la demora de un vuelo y Lisa, que de casualidad se lo cruza en el aeropuerto, lo invita a pasar ese tiempo muerto con ella. Pero la ruptura y el tiempo transcurrido hacen que en ese deambular, entre monótono y sin sentido, descubran que ya nada los une y que pese a no querer reconocerlo ninguno de los dos está cómodo con la compañía del otro. Los besos de antaño solo serán eso. Besos que ya nunca volverán.Filmada en blanco y negro, Carballo recurre a primeros planos, una cámara en continuo movimiento y diálogos simplistas que dan la sensación de cierta improvisación. Cómo si pusiera la cámara en una charla de amigos y la dejará correr hasta un final donde lo que empieza de una manera deviene en otra cosa y así sucesivamente. Esta manera de narrar desestructura cualquier situación forzada y hace que la historia mute como los mismos personajes. Tal vez el problema al que se enfrenta Los besos sea sin duda el de pertenecer a otra época. Por momentos uno siente que a este tipo de películas ya la vio una y otra vez a finales de los 90 o a principios del nuevo milenio. Pero más allá de eso, siempre son bienvenidas las obras narradas con cierta libertad y algo de ese desparpajo que se tiene cuando se filma sin ningún tipo de presión.
6.0
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