Sostenido en la actuación

La señorita Julia

Liv Ullmann, quien fuera la actriz fetiche del maestro sueco Ingmar Bergman, vuelve a ponerse detrás de cámara en una nueva puesta del clásico de August Strindberg, La señorita Julia (Miss Julie, 2014), propuesta que se apoya en las actuaciones de su elenco compuesto por Jessica Chastain, Colin Farrell y Samantha Morton.

La señorita Julia
miércoles 25 de marzo de 2015
La influencia de Bergman es clara en la puesta teatral de la película, concebida en pocos escenarios con la mirada dirigida hacia aquello que los actores puedan entregar, expresando el dilema existencial que los carcome en su interior. Los hechos transcurren en la noche de San Juan, festividad cristiana de origen pagano donde la división de clases queda relegada propiciando la interacción entre los diferentes estratos de la sociedad. En ese marco del Siglo XIX, la noble señorita Julia (Jessica Chastain), hija de un famoso aristócrata, seduce a su plebeyo John (Colin Farrell), quien vacila entre su patrona y su mujer Kathleen (Samantha Morton), de la misma clase que él. Una vez culminada la noche, el día llega con la realidad y la tragedia se precipita.Ullmann se basa al pie de la letra en el célebre texto y la fuerza dramática que sus actores pueden aportar. Sigue de cerca con la cámara gestos y movimientos, casi como si se tratase de una obra de teatro filmada sobre el escenario. Los personajes se mueven libremente por los espacios de la aristocrática casona, hilvanando la tensión anclada en sus vínculos. Jessica Chastain se desenvuelve con firmeza y naturalidad en su complejo papel, mientras que Samantha Morton funciona muy bien como su contra cara desde la contención. Colin Farrell reitera su explosivo hombre atormentado, sin darle al rol el matiz necesario.La fuerza expresiva del film se refuerza con el tratamiento plástico de la imagen. Ullmann refiere a pinturas impresionistas de la época, magnificando los escenarios con una paleta de colores vivos exacerbados por el prominente uso de la iluminación naturalista. También utiliza signos visuales correspondientes para explorar la humanidad de sus personajes. La luz así como en el arte impresionista –período de la obra- juega un papel fundamental: la claridad de la luz y la oscuridad de la noche preanuncian las interpretaciones basadas en las dicotomías sociales transitadas (pobre/rico, amo/esclavo, libertad/encierro).Como la obra, La señorita Julia versión 2014 es también una dura crítica a la división de clases, sus relaciones de poder y futuras consecuencias; graficadas en esta oportunidad con la elegancia estética de su puesta en escena y la entrega de sus intérpretes.
7.0
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