Crítica de "Un amor en tiempos de selfies": Del desprecio y otras malas costumbres

Antes del estreno, Martín Bossi, el protagonista de "Un amor en tiempos de selfies" (2014), reveló que el guion del film se escribió en 20 días, la película se filmó en cinco semanas y él preparó en cinco meses su personaje. En la urgencia de los dos primeros ítems se puede resumir el producto final que resultó, un hibrido que se regodea en el lugar común con una marcada veta misógina y que nunca termina por posicionar correctamente a los personajes.

Crítica de "Un amor en tiempos de selfies": Del desprecio y otras malas costumbres
martes 21 de octubre de 2014

Bossi encarna a Lucas, un profesor de stand up que disfruta de relaciones esporádicas y sin compromisos. Su vida da un giro cuando Guadalupe (interpretada por María Zamarbide), una comunicadora social estructurada, llega a su vida por recomendación de su jefe (Luis Rubio) para ayudarlo a mejorar sus presentaciones comerciales. A pesar de las diferencias entre ellos, surge una conexión que los lleva a explorar nuevas posibilidades de relación, hasta que la intervención excesiva de Guadalupe en la vida de Lucas provoca tensiones.

Guadalupe se esfuerza por promover el talento de Lucas, pero su colaboración desencadena una serie de eventos inesperados. Una separación inevitable llega de manera inesperada a través de un video viral en YouTube, convirtiendo a Guadalupe en blanco de críticas y burlas. Sin embargo, cuando Guadalupe se arrepiente, su novia desaparece misteriosamente, dejando atrás una noticia oculta que nunca llega a revelarse.

Filmada con un estilo reminiscente de la televisión y con la participación de figuras de la farándula local, Un amor en tiempos de selfies intenta explorar temas cómicos pero solo logra generar indignación con diálogos afectados y solemnes, donde la misoginia está lamentablemente presente.

La interpretación de Bossi como Lucas oscila entre lo exagerado y lo grotesco, sin lograr encontrar un equilibrio satisfactorio. A pesar de intentar dinamizar la narración con recursos visuales como delineaciones gráficas, la película se queda corta, con vacíos en la trama y una resolución apresurada hacia el final.

Un amor en tiempos de selfies muestra que el amor sigue siendo amor, pero señala que los nuevos medios de comunicación pueden añadir discordia y agresión a las relaciones de pareja, una visión que puede generar controversia entre los espectadores.

2.0
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