Así en el cine como en la vida

Nuovo Cinema Paradiso

Varias veces Alfredo (Philippe Noiret) le dice a Toto (Salvatore Cascio/Marco Leonardi), que lo que vio en la pantalla nada tiene que ver con la vida. “La vida no es como la viste en el cine, la vida es más difícil” y que las películas son solo un entretenimiento y que su destino es algo completamente diferente a lo que el celuloide reflejó en la oscuridad de la sala. A 25 años de su estreno Cinema Paradiso (Italia, 1988), de Giuseppe Tornatore, regresa, con su magia intacta y muchos más minutos para comprender algunas situaciones que la versión estrenada internacionalmente dejaba sin resolver del todo.

Nuovo Cinema Paradiso
martes 16 de septiembre de 2014
Nuovo Cinema Paradiso vuelve a las salas, su claro lugar de existencia, para afirmar que en esa declaración vertiginosa, casi con celos, rabiosa hecha al niño/joven algo se ocultaba. Sobre la entrañable relación entre un niño pícaro (Salvatore Cascio), cuasi independiente, con el proyeccionista de una sala (Philippe Noiret) mucho se ha escrito, y seguramente se lo seguirá haciendo, porque en ese vínculo se habla de la inocencia con la que todos en algún momento nos hemos acercado al séptimo arte.Toto transgrede todas las indicaciones y no respeta ninguna indicación impartida por sus mayores, hasta claro está descubre el mundo del cine y se desvive por aprender el oficio de proyectar películas y encuentra en Alfredo un compinche para poder completar sus sueños.Nuovo Cinema Paradiso habla de una época en la que ir al cine era un acontecimiento y ningún habitante del pueblo se perdía una función. Las películas eran comentadas, disfrutadas, amadas u odiadas en conjunto, y se elevaba a la categoría de ídolo a los protagonistas de las historias, reales o inventadas, que se veían en la pantalla. Toto pertenece a esa época y rápidamente adquiere los conocimientos necesarios para encargarse de la tarea, y ahora con el consentimiento de su madre y más cuando luego de un accidente que incendia el Cinema Paradiso, Alfredo (Noiret), pierde la vista.Gracias a la inversión de un empresario el cine abre las puertas una vez más y Toto será el encargado de proyectar las historias que entretenían a pesar de los hechos históricos que en el medio acontecían. La censura, la guerra, la posguerra, la diferencia de clases, la extrema pobreza, la educación a golpes, el fascismo, sólo algunos de los tópicos trabajados por Tornatore a lo largo de los 173 minutos de duración de este reestreno, que mantiene su discurso tan vigente como el día de su premiere mundial.Con el correr de los años Toto (Leonardi) crecerá y en ese camino comenzará a conocer los sinsabores de la vida y el amor. Al ver por primera vez a Elena (Agnese Nano) su pulsión cambiará de destino y su objetivo será ahora poder conquistar a la joven. Pero la diferencia de clases, el pobre, ella rica, le complicará la relación y en una cita que nunca se concreta, la separación entre ambos será inevitable. Toto decide luego de hablar con Alfredo irse, sin mirar atrás “No te dejes engañar por la nostalgia” le sentencia duramente, y una vez más la idea de que no compre todo lo que el cine le dijo hasta el momento.Tornatore aprovecha la amistad entre Alfredo y Toto y luego el amor entre éste y Elena para homenajear al cine, no sólo con la incorporación de imágenes de clásicos de Italia y universales, sino con una relación que trasciende la pantalla y que tras escuchar los acordes del tema de amor creado por Ennio Morricone es inevitable pensar al film sin relacionarlo con la historia del séptimo arte. También reflexiona sobre como el progreso borra los vestigios de algo que por más maravilloso y único ya no se puede sostener muy a pesar de aquellos que intentan mantener resistencia.
10.0
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