Drama robótico

Eva

La ciencia ficción siempre trabajó sobre el misterio de la creación: desde 2001: Odisea del espacio (2001: A space odyssey, 1968) hasta Inteligencia Artificial (Artificial Intelligence: AI, 2001), pasando por Blade Runner (1982), el género instaló la relación entre humanos y robots haciendo hincapié en los sentimientos que podían despertar entre ambas partes. Eva (2011) sigue en ese camino al tratar una tragedia familiar desde la óptica cibernética.

Eva
miércoles 13 de marzo de 2013
Alex (Daniel Brühl), una eminencia en materia de robótica, vuelve a su pueblo de origen tras estar diez años fuera. En él se encuentra con su hermano David (Alberto Ammann) y su mujer Lana (Marta Etura), ambos también expertos en el tema. La facultad le encarga la confección de un niño androide con características especiales. Él se fija en su sobrina Eva de particular carácter, a partir de la cual se develarán una serie de secretos familiares.Eva establece un código interesante que produce una vertiente inédita en este tipo de producciones: no establece un universo específico. Podemos estar en el futuro o en un presente paralelo. Lo cierto es que los robots conviven con los seres humanos. No son considerados “otra raza” sino que cumplen funciones específicas –bajo la órbita humana- para las cuales fueron programados. El ejemplo es el caso de Max (Lluís Homar), un androide con funciones de mayordomo. Claro que los programadores se toman algunas licencias y conciben algunos robots “libres”, es decir, no programados. Sin ellos no habría película.Eva, la cara femenina del misterio de la creación, es la hija del hermano de Alex en el film, y la detonante de una serie de secretos familiares bien ocultos. Como en toda tragedia griega, tiene que haber secretos en el entorno familiar así como un personaje que desafíe a los dioses.Desde ese punto de vista, Eva es más un drama que una película de ciencia ficción. Su estructura así lo refleja dejando en segundo plano los efectos especiales. Aquello que pierde en la falta de persecuciones intergalácticas lo ganará en el desarrollo dramático de los personajes, envueltos en su propia trampa.Acompaña al gran nivel técnico de la película un elenco destacado: Daniel Brühl, a quien vimos en Good bye, Lenin! (2003), Alberto Ammann a quien vimos recientemente en la argentina Tesis sobre un homicidio (2012), Marta Etura de la miniserie argentina-española Vientos de Agua y el reconocido actor español Lluís Homar de films como No tengas miedo (2011) y Los ojos de Julia (2010), por mencionar solo algunos.
6.0
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