¿Cómo ser “porno star” y no morir en el intento?

Olympia

Con varios videoclips en su curriculum, Leo Damario lleva producidas dos películas por fuera del sistema al que la mayoría de los realizadores y productores argentinos apela. Tal vez,  sea por eso que tanto su ópera prima [#Noticia,4640] (2011) como su sucesora Palmera (2012) tienen esa frescura, irreverencia y libertad que a menudo brilla por su ausencia. ¿Acaso estamos frente al Almodóvar argentino?

Olympia
martes 29 de enero de 2013
Olympia (D) es una chica de 18 años que se convierte en actriz porno de la misma manera que podría haber sido enfermera o cocinera. Leo Damario lo que hace es estructurar el film a partir de diferentes tics que suponen lo que hay que tener en cuenta a la hora de decidir ser “porno star”. Una especie de film de autoayuda para aspirantes a actrices porno.A partir de situaciones absurdas el realizador construye un film glam, donde mezcla el mundo de la pornografía con esa estela fashion que rodea al circuito del modelaje y la actuación. Todo está llevado al extremo, y de ahí que es imposible buscar verosimilitud en cada una de las situaciones creadas a partir de diálogos delirantes, cargados de un humor corrosivo y sin ningún tipo de filtro.Es imposible no ver en Damario la influencia "almodovariana", sobre todo aquella que caracterizó al director manchego a mediados de los años 80. Pero lo interesante es que Damario reinventa ese estilo para crear uno propio, donde no estará ausente ni el pop, ni el glam, ni la vanguardia pero con una estética y un tono diferente aunque esta concepción suene inadmisible. Claro que tampoco es imposible no notar su experiencia como realizador de videoclips, con escenas supermontadas, con un ritmo vertiginoso y una dinámica inusual, que en cierto modo remite a la sitcom norteamericana.Cada episodio es separado del resto como si fuera un tweet que Olympia escribe como parte una serie de mandamientos (o pecados capitales) que se deben tener en cuenta a la hora de querer ser una estrella del mundo de la pornografía, un personaje que la protagonista matiza con toques de inocencia virginal y “perreo” sexual. Las participaciones especiales de Edda Bustamante y Mercedes Morán no sólo hablan del poder de Damario a la hora de convocar estrellas para una producción de bajo presupuesto (aunque esto no se note) que no aspira a tener un estreno comercial, sino también de lo atractivo del proyecto.Olympia es una película, que como su protagonista, derrocha frescura e inocencia pese a meterse con la industria del porno y el vacío del  glam. Sin duda estamos frente a un director que debe ser seguido muy de cerca en sus próximos proyectos, ya que  no sólo tenemos a Palmera en carpeta , sino una megaproyecto llamado Resentimental  (2013) en dónde, siguiendo con los tópicos habituales de su filmografía, la historia girará sobre mujeres, sexo y glamour.
8.0
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