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Crítica de "Días de vinilo", Gabriel Nesci Friends will be Friends

Gabriel Nesci, creador de la serie televisiva "Todos contra Juan", debuta en el cine con "Días de vinilo" (2012), una comedia con trasfondo romántico pero con el eje del conflicto puesto en la amistad a partir de un vinculo musical.

Crítica de "Días de vinilo", Gabriel Nesci Friends will be Friends
viernes 10 de noviembre de 2023

Cuatro amigos de la infancia, cercanos a los cuarenta años y cuyos lazos permanecen intactos a lo largo del tiempo, vivirán al unísono una crisis personal producto de un conflicto amoroso, poniendo a prueba la amistad que los une. "Días de vinilo" es una película coral en la que cuatro parejas atraviesan los diferentes estadios de una relación, desde el primer encuentro, el matrimonio, la traición, la infidelidad y la ruptura. Cada uno de los protagonistas experimenta uno (o varios) de estos momentos tan comunes en una relación. A diferencia de otras películas que abordan el mismo tema, como podría ser (500) días con ella ((500) Days of Summer, 2009), el autor, en lugar de narrarlos a través de una sola pareja, los desdobla en cuatro protagonistas unidos por un vínculo amistoso, en un mismo espacio temporal.

Narrativamente, la historia sigue una estructura clásica en forma de sitcom, con un ritmo bastante inusual. Es creíble en lo que cuenta (y cómo lo cuenta) y logra que uno encuentre cierta identificación con algunos personajes. Pero, por sobre todas las cosas, también es graciosa, recurriendo al gag constante, rápido, efectista e inteligente; algo no muy frecuente en el cine actual.

Uno de los elementos excluyentes en Días de vinilo es la música. Esta funciona como el soundtrack de la vida, y el realizador (que también es músico) la incluyó como un protagonista más, siendo determinante en cada uno de los episodios. Una banda sonora que contiene una variedad de temas de autores que van desde Morrissey hasta una canción original interpretada por el personaje de Emilia Attias, articula la trama de la misma forma que sucede en Alta fidelidad (High Fidelity, 2000), aquella película de culto de Stephen Frears, pero que, salvo por la música como hilo conductor, poco tiene que ver con ésta, aunque muchos no puedan evitar compararla.

Gabriel Nesci, que ya había demostrado ser un buen guionista y director de televisión, aprueba su primera experiencia cinematográfica, dejando una puerta abierta para dar mucho más. Días de vinilo está bien narrada, bien actuada (con excelentes interpretaciones de Maricel Álvarez e Ignacio Toselli que merecen un párrafo aparte), tiene una puesta de cámaras moderna, en donde el personaje que lleva la acción estará siempre en el centro de la escena, y el soundtrack es más que acertado. En síntesis, una muy buena película para reír, cantar y, sobre todas las cosas, amar. ¿Se puede pedir algo más?

8.0
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