Roger Waters: No tan Pink

The Wall

La llegada de Roger Waters a la Argentina encendió el furor por Pink Floyd. Esta visita merece entonces acompañarse por un repaso por esta obra cinematográfica. Podrá agradar o no ser del agrado de algunos, pero es innegable que The Wall (El Muro, 1982) puede ser apreciado por jóvenes y adultos, amantes o no del grupo, por su calidad en el despliegue visual y, lógicamente, por su banda sonora.

The Wall
domingo 18 de marzo de 2012
Más allá de respetar casi por completo la estructura del disco, el film de Alan Parker posee un desarrollo argumental: la historia de Pink (Bob Geldof), una ficticia estrella de rock, cuyo padre, aún siendo él un niño, fallece en la Segunda Guerra. Rodeado por el fantasma de este suceso y de su padre muerto, Pink desarrolla una sensibilidad artística que es reprimida por sus maestros. Ya convertido en músico y famoso, se encuentra sin embargo cada día más atormentado. No ha podido luchar contra los fantasmas y los miedos, y se refugia en la droga. Ni siquiera puede redimirse en el amor y es incapaz de comunicarse con el mundo sino a través de la violencia. Así lentamente, Pink se transforma en un gran monstruo social.La idea principal del film es convertir en imágenes el disco conceptual homónimo de Pink Floyd. Y aunque se puede pensar que tiene meramente un carácter ilustrativo -dando a entender con esto que no agrega nuevos sentidos-, eso no le resta mérito a una obra que tiene un tratamiento visual y plástico de un gran valor artístico, y que armoniza de un modo único y casi natural con los temas del grupo. Alan Parker consigue así capturar el mundo que el disco intenta representar sin que pierdan lucimiento las canciones de Waters.  En este sentido, la redundancia de sentido es una marca del film, trabajada sobre todo a través del leit motiv: el tema “Another brick in the wall”. Tanto esta canción como el título del film aluden al muro como símbolo de de una barrera que la sociedad construye para insensibilizar y aislar a las personas hasta volverlas intolerantes a la realidad.Las ilustraciones animadas (realizadas por Gerald Scarfe) son lo más llamativo y lo que hace de este film una obra novedosa dentro del género musical. Pensadas para que el espectador se conecte con el film de un modo sensorial. Muchas de ellas representan la interioridad del protagonista y están montadas de modo tal que se reproducen entre sí y alimentan la fuerza de las canciones.Con estas imágenes, el universo de The Wall se va perfilando como oscuro, desolado, angustiante, para terminar en el esperado clímax dramático por medio del elocuente rompimiento del muro.
8.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS