El gran golpe

La historia está basada en un hecho real ocurrido en Inglaterra en 1971, en el que un ladrón retirado es convocado junto a un grupo de personajes para robar las cajas de seguridad de un prestigioso banco. La acción cobrará protagonismo cuando en el robo, aparezcan involucrados funcionarios del gobierno, narcotraficantes y hasta miembros de la realeza, llevando la trama hacia lugares insospechados.Con la utilización de la cámara en mano y el encuadre de primeros planos el relato está impreso por un toque casi sensacionalista, donde las imágenes parecieran salidas de un noticiero de TV sin editar. Este manejo le otorga un carácter documentalista a la acción, jugando constantemente con la suciedad de la imagen.La construcción del relato es, sin duda, otro de los aciertos del filme que a través de la solidez narrativa  nos presenta a los personajes (que son unos cuantos), las causas que los llevaran a perpetrar el robo, el armado del plan, el robo en si mismo y las consecuencias. Todo está tan claro para el espectador que es imposible fusionar las acciones, algo que muchas veces causa confusión ante la multiplicidad de la trama y los personajes. Una narración más cerca del clasicismo que del postmodernismo impuesto en los últimos años.Otro acierto del filme de Roger Donaldson resultan ser las actuaciones, los personajes no caen en el estereotipo común del género, no hay héroes, el antihéroe de Jason Statham (El transportador 3) es un ser contradictorio que puede generar empatía y simpatía al unísono.El gran golpe cumple con todas las leyes que el género necesita, es convincente, entretiene, resulta creíble y todos los recursos fueron manejados con precisión extrema. Algo que muy pocas veces puede apreciarse en este tipo de filmografías, donde se está de un lado o del otro. Una película sorprendente, una de las sorpresas menos esperadas del año.