Rancho Aparte

Nogolí, es un pueblo de algún lugar de la Argentina, donde viven Tulio (Leandro Castello) y Susana (Mercedes Scapola Morán) en un rancho de barro y piedra. Don Ochoa, el hacendado del  pueblo y dueño del Rancho, desaloja a tío y sobrina que parten hacia Buenos Aires donde vive  Clara (Luz Palazon), hermana de Tulio y por ende tía de Susana. Con costumbres y hábitos incompatibles entre si, estos tres personajes vivirán durante una noche las situaciones mas extremistas, convirtiendo lo rutinario en un caos latente al borde del abismo.Edi Flehner se encargo de la adaptación cinematográfica del guión junto a los actores. Para resolver la estructura narrativa decidió abrir el espacio trasladando algunas situaciones hacia el exterior, de esa manera la introducción al conflicto puede apreciarse desde una suerte de campo virado a los colores sepia, mostrando lo añejo contra lo nuevo y colorido de la ciudad. El resto de la historia se desarrolla en un departamento de varios ambientes, en el que los personajes deambulan constantemente entre los diferentes espacios cerrados.Rancho Aparte podría decirse que es una película que siempre esta al borde de algo, de caer en el ridículo, de la sobreactuación de sus personajes, de lo chabacano de su historia, de la incredulidad de los diálogos, pero logra salir airosa sin descarrilarse del trayecto que decidió transitar: el grotesco.Mención aparte merece el maquillaje, cabe destacar que ninguno de los personajes cuenta con la edad que aparece en el filme, sus rostros están demacrados, tristes, apagados, envejecidos, como el tipo de vida que llevan. Un exceso del mismo sufre el personaje de Tulio, sobre todo en los primeros planos donde se denota la ficcionalidad de su rostro.Rancho Aparte es una comedia burlesca hecha y derecha. Seguramente no será recordada como la transposición mejor lograda del teatro al cine, pero como dijimos tiene sus meritos. Una comedia que, como pocas veces en el cine argentino, va a sacarnos algunas carcajadas y eso ya es algo.