Cine de rupturas

Verano de Goliat

Verano de Goliat (2010) es una propuesta espinosa tanto es su temática como en su narrativa. La película ganadora de la sección Cine del Futuro del BAFICI 2011 propone rupturas estilísticas de las que en muchas situaciones el espectador se queda afuera, pero que hablan de un cine inquieto, potente y para nada condescendiente.

Verano de Goliat
domingo 17 de abril de 2011
Durante los primeros minutos la cámara de Pereda se posa sobre diferentes adolescentes que dan su versión sobre Goliat y por qué asesinó a su novia. Hecho del que nadie tiene una respuesta. Todos estos muchachos están unidos por un lazo filial con el implicado. Tras los títulos iniciales la película toma otro rumbo siguiendo a diferentes personajes cuyas vidas se relacionarán de manera directa o indirecta con algún caso policial, en clara referencia al título y al personaje que nos introduce en una historia coral que roza lo documental.Nicolás Pereda nos somete en su nueva película a una experiencia cinematográfica adversa, en donde se dedica a observar personajes en largos planos secuencias y para hacerlo elige un encuadre diferente en cado  uno de los casos que describe. Así vemos una cámara movediza en el peregrinar de los soldados, los planos descentrados cuando la protagonista pasa a ser Teresa o la utilización del fuera de foco para las situaciones violentas. Verano de Goliat rompe con la temporalidad  llevando los relatos sin ningún tipo de linealidad y conexión entre sí, salvo por el tema central de la violencia en las clases sociales marginales y eso puede provocar una desorientación narrativa en el espectador que incluso lo puede dejar fuera de la propuesta.Verano de Goliat, deja preguntas sin contestar, historias sin cerrar, evita ser dúctil con el espectador conduciéndolo hacia la incomodidad de una historia para nada convencional. Un cine del futuro que apuesta a lo nuevo y que es coherente con la busqueda que Pereda propone.
6.0
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