Policías en acción

Policías de repuesto

Si bien hay que advertir que no estamnos ante una obra maestra del género policial, podemos afirmar que ésta es una de las buddy movies más divertidas que se ha podido ver en mucho tiempo. Dirigida por Adam McKay vuelve con una fórmula que no por gastada resulta menos entretenida. ¿Y que toque de originalidad hace de esta propuesta algo diferente a otros títulos similares? Pues sin duda la falta de complejos y la apuesta sin tapujos por el desenfreno más absoluto.

Policías de repuesto
lunes 28 de marzo de 2011
Desde el inicio del film (en una escena impagable de persecuciones por las calles de Nueva York que protagonizan en una pequeña pero hilarante aparición Samuel L. Jackson y Dwayne Johnson) podemos apreciar como los gags surrealistas se suceden uno detrás de otro. Para bien de la trama, este ritmo alocado y falto de juicio se mantiene durante todo el metraje, dando pie a situaciones cómico-jocosas con las que no te queda más remedio que partirte de risa. Es gratificante a su vez que actores como Mark Wahlberg o Eva Mendes, que normalmente no suelen desempeñar ese tipo de papel, más propio de cómicos como Steve Carell (Una noche fuera de serie, 2009) o Jim Carrey (Ace Ventura, 1994), se presten aquí a la broma y muestren un cambio de registro sorprendente. Tanto Whalberg como Mendes se lanzan sin paracaídas a participar de las burradas que aquí se cuecen, el primero como compañero paranoico y violento de Will Ferrell, y la segunda como fiel y esbelta esposa de policía que tiene más de un golpe escondido (soberbia la escena en la que mediante interminables paseos de la abuela del personaje que encarna Mendes intenta reconciliarse con su esposo).La trama de la película funciona como un Mc Guffin hitchcockiano entre secuencias de acción, un caso aparentemente inofensivo que ningún otro detective quiere, pero que podría ser el delito más grande de la historia de la ciudad. Entre los actores secundarios que aparecen en la cinta hay que destacar la presencia del británico Steve Coogan como villano de la función (aunque aquí sea de lo que menos actúa) y un pasado de vueltas (positivamente hablando) Michael Keaton, en la piel de jefe de policía con pluriempleo incluído.Otros datos a tener en cuenta a la hora de valorar esta alegre propuesta son el eléctrico y adrenalítico montaje de las secuencias de persecución automovilísticas (siempre contrapunteadas con algún imprevisible gag), obra de Oliver Wood, quien se encargara del montaje del tríptico de films de la saga Bourne, sin olvidarnos de la narración a cargo del rapero Ice-T.Una película que hará las delicias de los amantes de las comedias de acción de las de toda la vida, y que aunque decae en su parte central cuando se nos explica los pormenores de la vida familiar de los protagonistas, se ve con agrado y con algunas irresistibles carcajadas.
6.0
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