Una historia sencilla

Crisálidas

El vigésimo primer largometraje realizado por Cine con Vecinos se estrena oficialmente en el cine Gaumont de Buenos Aires. Con escasos recursos económicos y técnicos, Fabio Junco y Julio Midú crean un collage sobre la anodina vida de un grupo de mujeres empleadas en una fábrica del interior del país.

Crisálidas
miércoles 14 de abril de 2010
Articulado como un film  coral narra diversas historias de mujeres en una ciudad del interior de la Argentina que comparten un mismo trabajo, viendo modificadas sus vidas a partir de un hecho que movilizará su yo interno para sellarlas por siempre.Los realizadores Junco y Midú, que ya habían estrenado en 2009 El último mandado, nos presentan un relato honesto a pesar de ciertos errores en la narrativa y en el modo de plasarlo en pantalla.Crisálidas (2009) podría considerarse un melodrama a pesar de tener muchos vicios tomados de la televisión que por momentos remiten a una telenovela. La estructura narrativa no está mal en su conjunto, pero  se debería evitar el hecho de explicarlo todo con palabras. En el cine hay situaciones que se dan por sobreentendidas, y que desarrollarlas atentan contra el resultado final. El relato sería mucho más fluido y de mayor impacto sin el uso del off.También se nota cierto abuso en la banda sonora para intensificar el dramatismo o para tapar silencios, que en mucho de los casos son necesarios. La música debe actuar en función de una necesidad y no como edulcorante o relleno. ¿Por qué llevar al espectador hacia el golpe bajo si se puede evitar?Si se consolidaran ambos puntos y se pusiera un poco más de atención a ciertos aspectos narrativos que vuelven la historia demasiado previsible, el film sería más conciso y redondo.A pesar de lo negativo, también debemos rescatar a Crisálidas desde lo positivo. Técnica y visualmente logra una estética suburbana que refleja, al traspasar la pantalla, la idiosincrasia del interior del país denotando cierto cuidado por parte de los realizadores para no perder el folklore más allá de Capital Federal.Un elenco conformado por actores no profesionales, residentes del lugar, demuestran sus dotes dramáticas para salir airosos ante los conflictivos personajes que les tocaron interpretar. Gracias a la espontaneidad y a la ausencia de vicios actorales que suelen llevar a la sobreactuación, crean seres que, pese a sus miedos internos, hacen lo que pueden para buscar la felicidad.Crisálidas no es un film perfecto, pero tampoco está hecho con grandes recursos. En momentos en los que cualquiera pone una cámara fija a la salida de un shopping para hacer una película y participar de cuanto festival indie haya, el proyecto de Cine con Vecinos de Saladillo merece ser rescatado y ponerle algunas fichas. Un grupo de gente que hace cine como puede y a los que les sale mucho mejor que a algunos que dicen hacer cine.
6.0
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