El carcelero

El Precio de la Libertad

La última realización del director danés Bille August se encuadra dentro del género de las biopic pero no desde la mirada del protagonista, en este caso Nelson Mandela, sino de quien fuera en un primer término el encargado de censurar las cartas de los presos para luego pasar a ser su carcelero y convertirse en un pilar fundamental en la comunicación entre preso y captores. 

El Precio de la Libertad
miércoles 01 de julio de 2009
Sudáfrica un país predominantemente poblado por negros era gobernado por blancos. En el medio de la disputa por la igualdad surge la voz de Nelson Mandela como protagonista principal de la resistencia. Ante el peligro de una lucha armada el gobierno manda a encarcelar a toda la resistencia, operativo político que en nada difiere a lo ocurrido por estos años en toda Latinoamérica. James Gregory (Joseph Fiennes) un simple militar es nombrado encargado de la censura de la prisión en la que se encuentra Mandela. A pesar del rechazo inicial, entre ambos nacerá un vínculo especial que se extenderá por casi 30 años.El precio de la libertad puede definirse como un típico film biográfico, de estructura lineal, en el que las elipsis temporales van a marcar los sucesos más importantes en la vida de los personajes. Pero a diferencia de lo que el género establece como estándar, el film se aleja de quien fuera el protagonista principal de la historia: Mandela para, a partir de este, centrarse en la vida de un personaje secundario como lo fue James Gregory y narrar su vida, marcada por el propio Mandela, ya sea de forma directa o indirecta. Y de cómo esta va siendo modificada desde el afuera hacia lo vivenciado por el adentro.El film focaliza principalmente en la construcción de los personajes: existen dos bandos bien definidos: los buenos y los malos; los negros y los blancos; los presos y los carceleros. Pero en el medio y corriéndose de los polos opuestos, Mandela y Harris se centran  para que sus personajes experimenten desde la propias experiencias humanas y desde la faceta evolutiva, más que desde la mirada de la  guerra concebida para beneficios de los gobernantes. Esta evolución podrá verse no solo en la del personaje de Fiennes sino también en la de toda su familia -excepcional Diane Kruger como la esposa- que más allá de los propios intereses personales habrá algo movilizador en su interior que los llevará a romper con ciertas estructuras.Si bien el film especula, durante su segunda mitad, con el golpe bajo y el melodrama, nunca pierde el rumbo direccional de una historia principalmente de personajes, de dos hombres unidos por el destino. El precio de la libertad cumple su cometido contar una historia real, entretener y hacernos pensar. Que más se puede pedir.
6.0
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