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Crítica de "Terminator: La Salvación", la guerra de las máquinas ante la ausencia de Arnold

Si las películas anteriores de la saga de "Terminator" configuraban dos tiempos narrativos, el presente donde transcurría la acción y el futuro apocalíptico del cual provenían las máquinas; podemos afirmar que el futuro llegó.

Crítica de "Terminator: La Salvación", la guerra de las máquinas ante la ausencia de Arnold
martes 11 de julio de 2023

Terminator, la salvación (Terminator Salvation, 2009) será la película que se ocupe de desarrollar ése tiempo de guerra con los interminables enfrentamientos entre las máquinas y el grupo rebelde liderado por John Connor.

Año 2018, futuro apocalíptico. El mundo se encuentra en constante guerra y John Connor (Christian Bale) lidera a los rebeldes que luchan contra las máquinas. Aparece un adolescente Kyle Reeser (Anton Yelchin), padre de John Connor adolescente, y un nuevo diseño de robot terminator “bueno” llamado Marcus (Sam Worthington). Todos juntos tratarán de unir fuerzas para enfrentar a Skynet, empresa fabricadora de las máquinas que intenta exterminar a los humanos y quedarse con el control absoluto del planeta.

La tecnología llegó al futuro: al del film, con cyborgs mucho mejor desarrollados y al de Hollywood, con efectos especiales capaces de recrear ese tiempo plagado de máquinas, imposible de visualizar en mas de unos minutos en los films anteriores por la escasa tecnología del momento. Lo cierto es que Hollywood echó manos a sus “máquinas” para recrear la guerra cybernética y hasta a un Arnold Schwarzenegger hecho con  tecnología digital.

Terminator, la salvación no tiene las relaciones humanas como trasfondo de la historia, y de tenerlas están muy alejadas de los films protagonizados por Arnold. Esto puede observarse en la textura de la imagen. Los colores están prácticamente ausentes, podemos interpretarlo como el halo de esperanza perdido en tiempos de guerra, siendo la imagen virada al sepia, color apagado, en plena relación -en este film- al desierto en el cual transcurren los hechos (¿alusión a Irak?).

Los fragmentos de futuro apocalíptico en los filmes anteriores, eran retratados en una gama de colores azulados, algo estéticamente cercano a la fascinación por el metal y la noche, corespondiente a una estética heavy metal que circulaba en los ochenta, algo que aquí desaparece por completo. Sólo queda la campera de cuero en la piel del terminator bueno y el uso de la violencia como herramienta de solución de conflicto.

La película podría considerarse bélica, aquí priman las batallas, las relaciones humanas quedaron en el pasado. Eso si, la historia de la guerra de las máquinas también debía contarse.

6.0
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